Esta delicada cruz de oro 18K es un símbolo de fe y pureza, ideal para primeras comuniones y ocasiones especiales. Su diseño pulido y liso, sin grabados ni figuras, resalta la belleza del oro de 18 quilates con un acabado brillante y atemporal.
De tamaño pequeño y ligero, es perfecta para llevar con comodidad en el día a día o como un recuerdo significativo. Su estilo minimalista la convierte en una pieza versátil, adecuada tanto para niños como para adultos que buscan un símbolo de devoción con un toque de elegancia discreta.
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